Elaborado por Edgar Centeno, investigador del Centro de Empresas Conscientes del Tecnológico de Monterrey.
Las nuevas generaciones de consumidores se cuestionan si efectivamente la compra de satisfactores materiales agrega valor a la calidad de su vida
Vivimos en un mundo cada vez más interconectado y acelerado, lo que genera entre muchos individuos niveles de estrés y ansiedad, entre otras enfermedades mentales, y en consecuencia, algunas enfermedades físicas. Por lo anterior, las nuevas generaciones de consumidores, como los de la generación Z, se cuestionan si efectivamente la compra de satisfactores materiales agrega valor a la calidad de su vida. Su consciencia está siendo despertada ante los diferentes acontecimientos del mundo actual. Se han vuelto más conscientes de la trascendencia que tienen sus compras y se están dando cuenta de que su bienestar, tanto físico como mental, puede ser atendido por algunas marcas. En este artículo, exploramos los antecedentes y la importancia de las marcas conscientes en la promoción del bienestar, y cómo ofrecen beneficios extraordinarios para las y los consumidores.
Las marcas conscientes han surgido como faros en esta nueva era del cambio de consciencia, indicando que su propósito como actores del mercado va más allá de sus objetivos financieros. El propósito de las marcas conscientes se define como aquel que es central y de largo plazo, relacionado con un valor creado para la sociedad mucho más grande que sus utilidades. Estas marcas dan prioridad, sobre todo, al bienestar que abarca la salud tanto física como la mental. Estas marcas promueven estilos de vida saludables y fomentan el equilibrio mental y emocional.
Las marcas conscientes han evolucionado a partir de la creciente conscientización de los consumidores sobre la interconexión de su bienestar con las decisiones que toman sobre sus compras. Se han dado cuenta que existen marcas que, lejos de ayudarles, han perjudicado su bienestar, además de que se han entrometido en sus vidas de manera inconsciente. Sin embargo, hay consumidores jóvenes que han reconocido que la salud física y mental están entrelazadas y se han comprometido a apoyar ambos aspectos a través del consumo de productos y servicios que apoyen a una mayor consciencia en el planeta. Al dar prioridad a la sostenibilidad, al abastecimiento ético y la producción responsable, las marcas conscientes contribuyen no solo a un planeta más sano, sino también al bienestar general de las personas. Cabe resaltar que la marca percibida como auténtica requiere de alinear su propósito con sus valores, así como con los del consumidor meta. El propósito de marca también habrá de apoyar un reto sociocultural y político que el consumidor meta busque resolver por considerarlo importante. De esta manera, la marca atiende un aspecto importante del bienestar del consumidor meta y es percibida como honesta y, en consecuencia, la persona se siente identificada y apoyada por la marca consciente.
En cuanto a su importancia, las marcas conscientes desempeñan un papel crucial en la promoción del bienestar en la sociedad. Promueven activamente prácticas sostenibles que benefician al medioambiente, reduciendo la contaminación y cuidando los recursos naturales. Al hacerlo, crean un ecosistema más sano que repercute directamente en el bienestar físico de las personas. Por ejemplo, Patagonia, una marca importante de ropa y equipamiento para actividades al aire libre, apoya causas medioambientales y anima a los consumidores a reparar sus productos en lugar de tirarlos y sustituirlos, promoviendo una cultura de consumo consciente.
Otra característica clave de las marcas conscientes es que apoyan a las comunidades locales; invierten en prácticas laborales justas y promueven la igualdad social. Estos esfuerzos contribuyen también al bienestar mental y emocional al nivel de las comunidades al fomentar un sentimiento de pertenencia, empoderamiento y cohesión social. Por ejemplo, Dove, una marca reconocida de higiene y cuidado personal, ha ayudado al empoderamiento de la mujer al proponer una reflexión y retar, en su comunicación, los estereotipos de la mujer. Este tipo de prácticas que buscan la igualdad de género ayudan no solamente a la mujer adulta, sino también a las adolescentes y niñas que empiezan a desarrollar en sus mentes, permitiéndoles elegir sin prejuicios ni culpas el tipo de persona que quieren ser en su vida. Estas nuevas narrativas confirman que todas ellas pueden alcanzar sus sueños, pues no hay estereotipos rígidos que limiten las posibilidades de realizarse en sus vidas.
En conclusión, las marcas conscientes están revolucionando el panorama empresarial al situar el bienestar en el centro de su propósito de marca. Al promover tanto la salud física como la mental, estas marcas contribuyen a una sociedad más sana al tiempo que generan confianza, lealtad y autenticidad. A través de su compromiso con la sostenibilidad, la transparencia, el abastecimiento ético y el compromiso con la comunidad, las marcas conscientes permiten a los consumidores dar prioridad a su bienestar y tomar decisiones que les benefician a ellos y al mundo que les rodea. A medida que los individuos sigan buscando marcas que se alineen con sus valores personales y apoyen su bienestar, su auge seguirá configurando el futuro de las empresas exitosas y promoviendo a la vez el florecimiento de la sociedad y sus seres humanos que la conforman.
Publicado originalmente en El Financiero.