Elaborado por Luis Hernández Aramburo, profesor de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.
Más de USD 6.5 trillones deben movilizarse cada año para alcanzar las metas de descarbonización a nivel mundial. Los mercados de capital, y en particular las emisiones de bonos verdes, se han presentado como una de las soluciones para movilizar estos recursos. A pesar de que los bonos verdes han sido el tipo de activo más dinámico en los mercados de renta fija, los recursos son insuficientes y últimamente se han levantado una serie de interrogantes sobre la confiabilidad de estos instrumentos para canalizar apropiadamente los recursos. De allí que se haya buscado en ciertos avances tecnológicos como la inteligencia artificial, o los sistemas de registros distribuidos (DLT, por sus siglas en inglés, Distributed Ledger Technologies), una solución para mitigar estas limitaciones.
La tecnología de DLT permite alcanzar simultáneamente dos objetivos. Por un lado, establecer los derechos de propiedad y uso en un ambiente digital, y por el otro, no requerir de una entidad centralizadora. Esto se logra mediante una ingeniosa combinación de elementos criptográficos e incentivos a los participantes. La aplicación más conocida de DLT es el caso blockchain de Bitcoin. Sin embargo, un instrumento en DLT permite bursatilizar una gran diversidad de proyectos respaldados por los flujos financieros de activos reales.
Esta última actividad se conoce como tokenización de activos reales. Por ejemplo, Apollo, BlackRock, Blackstone, BNY Mellon, Carlyle, KKR, Morgan Stanley, State Street, UBS y WestCap han formado un consorcio que piensa utilizar la tecnología de blockchain en el sector de activos alternativos. Los reportes de varias agencias colocan el potencial de tokenización de los activos reales en trillones. Citigroup estima para el 2020 un crecimiento de activos reales tokenizados de 80x y un valor de mercado USD 4 trillones (unidades USD).
Algunas de las primeras emisiones de instrumentos digitales que se han realizado en la plataforma DLT son precisamente bonos verdes. Entre las emisiones de bonos a través de blockchain destacan:
- Vesteda (corporativo): emitió EUR 5 millones de bono verde con apoyo de ABN AMRO;
- Banco Europeo de Inversión (EIB): emite bono verde SEK 1 billón (USD 93 millones) con el apoyo de SEB y Credit Agricole (junio 2023);
- Banco Europeo de Inversión (EIB): emite 50 millones de libras esterlinas (USD 59.8 millones) utilizando HSBC Orion (enero 2023);
- Hong Kong: emite HK 800 millones (USD 100 millones) utilizando la plataforma de Goldman Sachs (febrero 2023);
- KfW: emite bono en blockchain EUR 20 millones (USD 21 millones) utilizando la plataforma de Deutsche Borse (diciembre 2022);
- MAPFRE: emite primer bono verde EUR 35 millones (USD 36.7 millones) a través de BBVA (febrero 2019).
¿Qué ventajas tiene emitir un bono digital?:
1.- Eficiencias operativas. Un bono emitido en formato digital permite reducir significativamente los costos al hacer eficientes procesos y eliminar intermediarios. De acuerdo con un estudio de HSBC, los costos de emisión de un bono verde por un monto de USD 100 millones podrían reducirse de USD 6,449,000 a USD 692,000, una reducción de 90%.
2.- Democratización. Los altos costos de emisión han limitado el acceso al mercado de bonos tanto de emisores como de inversionistas. La digitalización, al reducir los costos, facilita el acceso de empresas medianas y de inversionistas al menudeo. Adicionalmente la digitalización permite fraccionalizar activos de gran valor y poco líquidos.
3.- Análisis de datos. La mayor ventaja de los bonos que utilizan el blockchain es poder obtener datos que sean fidedignos y con trazabilidad a las fuentes. Esta credibilidad en los datos obtenidos mediante IOT (Internet of Things) y analizados utilizando inteligencia artificial permite mitigar enormemente los problemas asociados con greenwashing. Este problema es el que posiblemente representa una mayor amenaza al desarrollo de un mercado de bonos verdes. El uso combinado de la tecnología de DLT, IOT e IA permite finalmente ofrecer instrumentos financieros verdaderamente programables.
¿Qué es necesario para que los bonos verdes digitales alcancen una masa crítica? El primer paso es contar con un marco regulatorio claro. En sus primeras etapas, la emisión de criptomonedas como fuente de levantamiento de capital devino en malas prácticas y falta de supervisión. Afortunadamente, varios países han empezado a publicar lineamientos para este tipo de activos digitales. Entre ellos destacan Canadá, la Unión Europea, Suiza, Reino Unido, Singapur, Hong Kong y los Emiratos Árabes Unidos, entre otros. Un segundo aspecto es facilitar la interoperabilidad entre las plataformas. No es posible que una sola plataforma cumpla con todos los requisitos de escalabilidad y seguridad. Facilitar esta interacción dará mayor liquidez a los bonos.
Publicado originalmente en Las Empresas Verdes.